Ese día, Ebenezer Cobb Morley inició una serie de seis reuniones entre doce clubes de distintas escuelas londinenses en la Taberna Freemason’s, con el objetivo de crear un código de fútbol universal y definitivo, que tuviera la aceptación de la mayoría. En esos momentos, los estudiantes de las escuelas inglesas desarrollaron las abreviaturas «rugger» y «soccer» (derivado de «association»), para designar a ambos deportes: el rugby y el fútbol, respectivamente.