Si un extraterrestre desconocedor de la cultura terráquea aterrizara en el centro de Tokio para una misión secreta, como abducir a alguien o recabar información para una futura invasión, seguramente volvería a su planeta sin enterarse de que en esta ciudad se está celebrando una cosa llamada Juegos Olímpicos . En las tiendas de electrónica como Bic Camera, gigantescos paraísos para los maniacos de la tecnología, no se ofrecen descuentos olímpicos y en la de Apple ni siquiera se forman las habituales colas en su puerta.